Al estilo Trump, miles de bolsonaristas invadieron Planalto y el Congreso de Brasil
Tras la asunción de Lula, seguidores de Bolsonaro buscan tomar la sede de Gobierno, el Congreso y el Palacio de Justicia. El gobernador de Brasilia es socio del ex presidente y echó al secretario de Seguridad.
La tensión política que se venía incubando desde la traumática derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones, cuando sus seguidores bloquearon por días las carreteras, terminó estallando este domingo. Miles de militantes bolsonaristas invadieron los principales edificios gubernamentales de Brasilia en una obvia remake de la toma del capitolio que ensayaron los seguidores de Trump, cuando fue derrotado por Biden.
Los seguidores de Bolsonaro se enfrentaban esta tarde con la policía tras tomar Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal. El flamante ministro de Justicia, Flavio Dino, había advertido que algo así podía suceder y a horas de la asunción de Lula había denunciado que el bolsonarismo tenía “incubadoras de terroristas”.
Los militantes habían realizado un acampe frente al cuartel general del Ejército y luego se movilizaron al Congreso, donde pudieron entrar ante la poca resistencia de las fuerzas de seguridad.
Las imágenes muestran a los bolsonaristas circulando y rompiendo todo a su paso en las sedes de los poderes democráticos de Brasil y tienen una semejanza notable a la invasión de los seguidores de Trump al Capitolio, cuando el entonces presidente se negaba a aceptar su derrota.
En el gobierno de Lula responsabilizaron a la Secretaría de Seguridad del Estado de Bahía, conducida por Anderson Torres, ex ministro de Justicia de Jair Bolsonaro.
Ibaneis Rocha, gobernador del estado de Brasilia es otro de los señalados por el gobierno nacional por los desmanes que ocurren en la ciudad. Su primera acción fue desplazar a Anderson Torres, que está de vacaciones en EEUU.
Después de las cuatro de la tarde las fuerzas de seguridad lograron desalojar el Supremo Tribunal Federal donde los bolsonaristas causaron destrozos.
Una vez que los incidentes escalaron el presidente Lula decretó la intervención de las fuerzas de seguridad de Brasilia y aseguró que los invasores son “fascistas”.
El presidente decidió que la intervención dure hasta fin de enero. Tras la invasión de los principales edificios de gobierno, todas las miradas apuntaron a Anderson Torres, ex ministro de seguridad de Bolsonaro y ahora ex secretario de Seguridad del estado de Brasilia.
Torres, que está de vacaciones en EEUU fue desplazado por el gobernador Ibanis Torres. Lula convocó a una reunión de emergencia por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro, Justicia, Flavio Dino y Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha.
Tras la reunión en presidente brasileño aseguró que quienes provocaron los desmanes son fascistas fanáticos. En cadena nacional dijo que se “han destruido los edificios luego de la invasión”, y que “todas esas personas serán encontradas y castigadas”.