La Casa Blanca presiona para que la Marina tome el control total de la operación en el AICM
Pedido desde el Departamento de Estado. El enojo de AMLO en la mañanera. Avanzada contra proveedores incómodos.
El gobierno de Estados Unidos pretende que la Secretaría de la Marina asuma el control total del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Sería un movimiento necesario para que el país recupere la calificación de seguridad aeroportuaria que emite Washington DC y cuya pérdida afecta duramente a la aviación comercial mexicana.
En su conferencia mañanera de este miércoles, Andrés Manuel López Obrador cuestionó la decisión de Estados Unidos de demorar la recuperación de la máxima calificación. “Resulta que hay una organización internacional que funciona básicamente en EU y es la que califica sobre la calidad y seguridad de los aeropuertos. (…) Creo que ya muchos saben de cómo metían droga por el aeropuerto. Una vez hasta hubo una balacera ahí en el aeropuerto”, dijo.
Al almirante Rafael Ojeda la idea de controlar el AICM no sólo le agrada sino que lo considera un acto de justicia si se considera que la Sedena tiene el manejo del AIFA. La Marina tiene el mando de la terminal capitalina desde hace meses en materia de seguridad y operatividad y ahora el Departamento de Estado recomienda que eso se traduzca en el control total, nominación para la que suena fuerte el vicealmirante Carlos Velázquez.
Velázquez asumió en julio del año pasado, es bien considerado en Estados Unidos y es piloto aviador en retiro, con una larga trayectoria como jefe de escuadrones aeronáuticos, además cuenta con una carrera como director de instalaciones de aviación en diversas dependencias gubernamentales.
La Marina ha hecho su parte y en los últimos meses está finalizando su relación comercial con empresas apuntadas por el Departamento de Estado como Leidos y Rapiscan Systems, compañías sancionadas por el Departamento del Tesoro en el país vecino. Estas compañías desde hace años son proveedoras de las Fuerzas Armadas mexicanas.
A diferencia de las tensiones entre la Sedena y las agencias de seguridad de Estados Unidos, la Marina mantiene un vínculo impermeable a las reyertas políticas con el sistema de seguridad del país vecino.