La Sedena acelera sus negocios con fabricantes de armas en EU y hay malestar con Ebrard
Compras cercanas a los 231 millones de pesos. El canciller más cercano a la Marina. Lloyd Austin con gran relación entre armerías y militares nacionales.
En plena batalla legal entre Marcelo Ebrard, canciller de México, con algunas de las armerías responsables del contrabando de armas al país, la Secretaría de la Defensa prepará una compra de armamento, a dos de las compañías involucradas en la demanda, que podría alcanzar 231 millones de pesos.
Actualmente, en la plataforma de CompraNet se puede constatar que la Sedena mantiene dos licitaciones para la compra de diferentes tipos de armas. La primera es para hacerse con 3 mil 73 carabinas y lanzadores de 40 milímetros para fortalecer la capacidad de fuego de sus Fuerzas Especiales, la Brigada de Fusileros Paracaidistas y para los batallones de servicios especiales.
Para esta licitación la empresa Colt’s Manufacturing Company LLC ha levantado la mano y ofreció un precio de venta por 7 millones 321 mil 636.50 dólares, lo equivalente a cerca de 146 millones 432 mil 730 pesos.
La segunda licitación es por la compra de 604 ametralladoras calibre 7.62, 319 fusiles calibre 50, así como 2 mil 58 eslabones calibre 7.62, para esta es la armadora Barrett Firearms Manufacturing Inc. quien ha hecho la oferta más atractiva, con un precio de 4 millones 242 mil 62 dólares, alrededor de 84 millones de pesos.
Tan solo el día de ayer, Ebrard, durante un ciclo de conferencias organizadas por el Colmex, reiteró su intención de mantener los recursos legales en contra de estas empresas y reclamó los pocos esfuerzos que el gobierno de los Estados Unidos ha hecho para detener lo que denominó como una, “pandemia” de armas hacia México.
“Pensamos que Estados Unidos, en lo que va del siglo, no ha habido acciones importantes en esta materia, porque se tomaba el argumento de que el Congreso no quiere modificar la ley, de que no se puede restringir a los ciudadanos la primera y la segunda enmienda”, mencionó el secretario durante su intervención.
Cabe recordar que el actual secretario de la Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin III, primer afroamericano en ocupar dicha cartera federal, mantiene una relación muy cercana, no sólo con la industria de construcción de armas en su país, del que ya ha sido cabildero, sino también con la milicia mexicana.
Como muestra, el año pasado el militar mantuvo un encuentro con Rafael Ojeda y con Cresencio Sandoval, encargados de la defensa nacional en la 4T: “Acordaron trabajar juntos en áreas de interés mutuo de defensa y seguridad, respetando la soberanía y los intereses de política exterior de cada uno, y continuar las consultas sobre estos temas en el futuro”, se puede leer en el comunicado oficial, además de que el propio Lloyd presumió el encuentro en sus redes sociales.
A pesar de ser la “corcholata” favorita del gobierno estadounidense, las relaciones militares siempre tendrán un peso muy importante para Estados Unidos y eso puede inclinar la balanza en contra de Ebrard, quien además no mantiene una buena relación con el Ejército, pues desde los círculos internos de las Fuerzas Castrenses se sabe que el Canciller tiene una relación más cercana con la Marina Armada que con los que visten de verde.