Mejía advierte una alianza entre Guadiana y Fernando Salazar para debilitar su aspiración
El alcalde Román Cepeda y los Moreira, como reveló, son el eslabón débil del priismo en Coahuila. La reunión de los morenistas en Saltillo.
El pasado 2 de noviembre el senador Armando Guadiana Tijerina y el morenista Luis Fernando Salazar se reunieron en Saltillo, Coahuila. La cita fue coronada con el obsequio de una corbata que le hizo el senador al expanista. De la interna en Morena y el futuro e la candidatura de la 4T en Coahuila se habló muy poco, pues eso ya lo han hablado desde hace semanas, más bien el centro de la plática fue Ricardo Mejía Berdeja.
“Siempre es un gusto saludar a mi buen amigo @aguadiana. Hoy además de la excelente plática que nos echamos, también me regaló una corbata muy bonita. Gracias por la corbata pero sobre todo por tu amistad”, escribió en sus redes sociales Fernando Salazar, sin mencionar -que la unión en contra del subsecretario de Seguridad Federal ya opera en los hechos.
Según esta versión, la investigación de la Fiscalía General de la República contra Guadiana por una supuesta red de lavado de dinero ligada a la explotación de minas de carbón y cuyas operaciones sumarían más de 270 millones de pesos entre 2007 y 2020, fue la respuesta del Gobierno Federal a los acercamientos de Guadiana y Salazar con personajes del oficialismo coahuilense.
Desde luego, en la cúpula de la 4T se interpretó un intento por descarrilar la candidatura morenista en 2023, y de paso sabotear la aspiración de Ricardo Mejía, quien a partir de ello se ha atrincherado bajo el perfil de un “Alfonso Durazo” de Coahuila y tomando distancia de personajes que buscan estar bien con Morena y con el PRI de Miguel Riquelme y Manolo Jiménez, como Román Alberto Cepeda, el actual alcalde de Torreón.
Como lo informó esta redacción hace unos meses, al grito de “piso parejo” Román Cepeda hizo que el oficialismo priista de Riquelme se pusiera en alerta. Al mismo tiempo, la división de los Moreira despertó las suspicacias de muchos, entre ellos el propio Mejía con quien aún no se ha reunido, pese a la información con la que cuenta y que advierte encuentros entre Guadiana y Rubén Moreira.
Ricardo Mejía sabe, por su parte, que su buena relación con Dante Delgado es una prioridad para Palacio Nacional y que no se tirará a la borda por un empresario del carbón y un político ex panista, sobre todo en la lucha de Movimiento Ciudadano por desplazar al PRI como el partido hegemónico de la oposición tras uno de los peores lustros en materia política y electoral para el tricolor.