El cilindro de gas
Siempre me había preguntado cuál sería la motivación de los boxeadores
profesionales para tomar la decisión de incursionar en esa disciplina y
convertirla en su proyecto de vida. El saber que cada vez que se sube al
cuadrilátero existe un alto riesgo de bajar con una ceja abierta o con la nariz
fracturada, en el mejor de los casos, y aun así optar por practicar una actividad
en la que se arriesga la vida siempre había resultado una incógnita para mí.
Además, por su misma dinámica intensa, el boxeo es una carrera corta que
obliga al retiro a edades tempranas.
Es cierto que algunos pugilistas se han vuelto millonarios gracias a su éxito en
el ring. Incluso, algunos cuentan con gran fama internacional y se han
convertido en estrellas rutilantes rodeadas de comodidades, pero son los
menos. Realmente de todos los que practican ese deporte solo un puñado
alcanza tales niveles de vida.
Es cierto que el boxeo, junto con otras disciplinas individuales como los
clavados, la marcha, las carreras de velocidad y el Tae Kwan Do, son en las que
los atletas mexicanos destacamos en las competencias mundiales, así que esa
razón también pudiera ser una motivación estratégica para que los jóvenes la
practiquen.
Hace algunos días tuve la oportunidad de ver un video testimonial de Jorge “El
Travieso” Álvarez respondiendo a mi interrogante. El Travieso fue un boxeador
mexicano que logró ser campeón mundial en su peso a los 19 años. Se retiró
muy joven, a los 33, sumando en total 75 encuentros de los que salió victorioso
en 64 ocasiones, la mayoría por nocaut.
Comparte lugar en el pedestal de los grandes boxeadores mexicanos con Julio
César Chávez, Saúl “El Canelo” Álvarez, Raúl “El Ratón” Macías y Ricardo “El
Finito” López, entre otros.
La motivación que tuvo El Travieso para soportar el castigo que sufría en su
primer combate y poder salir avante del mismo no fue el dinero, la fama ni el
ganar una medalla olímpica, sino el poder comprar un cilindro de gas. Sí, así
es, un simple y común cilindro de gas.
Con gran emotividad nos cuenta cómo ese día, antes de salir de su casa con
rumbo a la arena su mamá le suplicó que ganara para poder comprar gas. Su
pobreza era tan lacerante que si esa noche no hubiera triunfado se hubiera
quedado sin cenar, y probablemente sin comer al día siguiente. El pensar en
ese tanque de gas cada vez que estuvo a punto de desfallecer durante el
combate fue lo que lo mantuvo de pie hasta ganar la pelea.
A unas semanas de comenzar el 2024 es buen momento para identificar cual
será nuestra motivación para cumplir nuestros propósitos, encontrar ese
cilindro de gas que nos dará la fuerza y la entereza para luchar por nuestros
objetivos en el próximo año y en el resto de nuestra vida.