Operación desesperada de Palacio para plantear la elección de Piña como una victoria de AMLO
Desde Palacio intentan instalar que forzaron la derrota de Ortíz Mena. Crearon la narrativa del resurgimiento de Olga Sánchez Cordero. Los ministros “traidores”.
La votación que puso a Norma Piña como nueva presidente de la Suprema Corte dejó un sabor amargo en Palacio Nacional. Ya el Presidente esta mañana intentó hacer control de daños, al atacar públicamente a Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena, el candidato que impulsaba Arturo Zaldívar, el comisario de la 4T en el máximo tribuna de Justicia.
López Obrador vinculó a Ortíz-Mena con el calderonismo por sus cargos durante ese sexenio -algo cierto, por otro lado-, pero omitió explicar que su candidatura fue impulsada por su socio en la Corte: el ministro presidente saliente Arturo Zaldívar.
Zaldivar sabía que la postulación de Esquivel era intransitable, y buscó establecer un candidato que acercara posiciones con los judiciales. Ortíz Mena se convirtió así en el mejor candidato posible para la 4T. Sus gestos -especialmente en la votación de la Ley de la Industria Eléctrica de AMLO- mostraban un acercamiento con Palacio.
Norma Piña le ganó una apretada votación a Ortíz Mena y es la nueva presidenta de la Suprema Corte
Pero Zaldívar nunca reunió los seis votos necesarios, y Yasmín se relanzó por su cuenta. Ahora la narrativa que emerge desde Palacio es que el Presidente evitó la victoria de un “calderonista”. No dicen que Piña llegó a la Corte gracias a los apoyos del peñismo, incluidos Humberto Castillejos y Emilio Gamboa.
El vocero de AMLO intenta instalar en las conversaciones obradoristas que los ministros de la 4T votaron por Piña. Eso es parcialmente falso, porque Loretta y Zaldívar acompañaron a Ortíz Mena, mientras González Carrancá y Margarita fueron con Piña. Es un dato clave para entender que ya no existe -si acaso existió- un bloque de ministros 4T.
Jesús Ramírez se aferra a otro dato para alimentar esta campaña de triunfalismo: Piña era la secretaría de estudio y cuenta de Olga Sánchez Cordero en la Sala Primera de la Corte en los años noventa. La idea de que habrá interlocución con la Corte a través de la Senadora es otra de las apuesta narrativas.
El problema es que, como explicó LPO, los fallos de Piña complican el relato triunfalista. La nueva presidenta de la Corte, Norma Piña Hernández, ha tenido un sello característico durante la administración de Andrés Manuel López Obrador pues su votación ha ido marcadamente en contra de los proyectos económicos claves que han llegado al máximo tribunal.
La ministra, que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ) bajo la administración de Enrique Peña Nieto, ha atendido y, en algunos casos, ha mostrado su oposición a casos como la Ley a la Industria Eléctrica (LIE), el padrón de telefonía y también temas relacionados con la austeridad, claves para la 4T y a los que ella se ha opuesto tajantemente.