En el War Room de Ebrard preocupa la designación de Pablo Gómez en la UIF.
LPO MX.-El nuevo titular del organismo arrastra un conflicto de años con el canciller. El factor 2024. La pelea en el Gobierno.
El elenco de la 4T se encuentra en ebullición tras el despido fulminante -presentada como una renuncia, desde luego- de Santiago Nieto al frente de la UIF por su boda en Guatemala. La tensión no es sólo por lo inmediato sino también por el futuro. La pelea del 2024 peso y mucho en los acontecimientos del fin de semana.
Los actores más allegados al proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum leyeron el escándalo Paola Félix-Juan Francisco Ealy Ortíz como un movimiento muy calculado del sector de Marcelo Ebrard para debilitar a la Jefa de Gobierno al tumbarle a su secretaria de Turismo.
Por eso ayer lunes hubo mucha presión en Palacio Nacional para equiparar la boda de Nieto al caso de César Yáñez, quien quedó relegado de su histórico protagonismo en la 4T por una boda de características similares pero en Puebla, en la transición del 2018.
El vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, completamente alineado en la escudería de Sheinbaum, fue de los más activos para instalar un clima que motivara la salida de Nieto, que se concretaría finalmente hacia la noche. Así se configuró lo que ese sector entiende como un empate: Sheinbaum entregó a Paola Félix pero Ebrard perdió a Nieto con quien tenía una buena relación. Esa sería la foto, pero la película continua.
Pablo Gómez en la UIF es un inconveniente para los planes presidenciales del canciller. Arrastran una tirria desde hace años, cuando Ebrard le ganó a Gómez la sucesión en la CDMX en 2006 a pesar de que el primero encabezaba en las preferencias. Desde ese entonces son jugadores que están en las antípodas. Y ahora Gómez tendrá acceso a información altamente sensible.