
Grandiosa Oportunidad
La mayor parte de los problemas viales, de urbanismo, transporte y logística
que aquejan a las principales ciudades de nuestro país tienen como origen una
falta de planeación, y no de ahorita, sino de décadas, hasta siglos atrás. Las
comunidades se fueron desarrollando con el paso de los años y creciendo en
función de circunstancias de la época, sin obedecer a un plan rector con visión
de futuro.
Complejidad adicional presentan las zonas conurbadas, que tienen como
característica contar con autoridades distintas en la toma de decisiones y con
zonas físicas integradas con alta dependencia mutua.
En Coahuila, a diferencia del resto de los estados, contamos con tres tipos de
zonas metropolitanas. La primera está conformada por regiones conurbadas de
municipios contiguos, como es el caso de Frontera-Monclova, Sabinas-San Juan
de Sabinas y Saltillo-Ramos Arizpe-Arteaga. Las leyes federales y estatales son
iguales, y el Estado funge como rector sobre la política de planeación regional.
La segunda es la conformada por municipios conurbados pertenecientes a dos
estados diferentes. Es el caso de la Región Laguna, con colindancia de las
manchas urbanas de Torreón y Matamoros, en Coahuila, con Gómez Palacio y
Lerdo, en Durango. Las leyes federales son iguales, pero las estatales son
diferentes. Para abordar los temas de interés común se instaló recientemente
la Comisión de Ordenamiento de la Zona Metropolitana Interestatal de la
Laguna, con la participación de las autoridades de los tres niveles de gobierno
y de consejeros ciudadanos.
Sin duda una gran iniciativa para homologar criterios y estrategias de
planeación hacia el futuro. Desgraciadamente la propuesta está llegando con
más de un siglo de retraso. Si nuestros ancestros hubieran tomado previsiones
sobre el futuro desde el punto de vista metropolitano, la Zona de la Laguna
tendría otra fisionomía interestatal, más integrada y eficiente.
La tercera es la que componen municipios plenamente integrados pero que
pertenecen a países distintos. Del Río y Acuña, así como Eagle Pass y Piedras
Negras, comparten zona, cultura, familia, economía y hasta huso horario. Las
leyes federales y estatales son diferentes. Aunque se han realizado esfuerzos
por constituir una comisión binacional, aún no ha sido posible armonizar los
intereses de ambos países.
Con el anuncio de la instalación de la mega planta de Tesla entre las zonas
metropolitanas del sureste de Coahuila con la de Monterrey se conformará en
el largo plazo una zona conurbada interestatal, similar a la de la Laguna. Sin
embargo, aquí sí tenemos la gran oportunidad de crear un organismo de
planeación que dicte los lineamientos de desarrollo para la región. ¡Estamos a
tiempo!