
A pesar de los reclamos, Xóchitl dice que no rompe con el Frente y cree que llegará con ventaja a la elección interna
En su entorno descartan ruptura o regreso al tablero de la CDMX pero señalarán irregularidades.

Hoy lunes la senadora Xóchitl Gálvez acaparó la centralidad en su cuestionamiento al mecanismo de recolección de firmas de los partidos políticos que integran el frente opositor. Ayer domingo en Sinaloa había advertido que el número de firmas de sus contendientes no tiene correlación, de momento, con el poco volumen de sus actividades públicas.
En las últimas horas se trazaron diversos escenarios en su entorno. Se mencionó por ejemplo que la senadora tendría dos salidas ante un rompimiento con PRI y PAN: o saltar hacia MC que de momento no tiene candidato presidencial o regresar a la contienda de la CDMX, donde también es favorita.
Pero de momento, según se pudo confirmar, el rumbo se sostiene. Gálvez solo buscó “gritar el full” con el señalamiento de la recolección de firmas supuestamente irregular.
La senadore se mantiene con la tesis de que va a ganar la carrera de las firmas y que luego triunfará en la votación en casilla.
Cuando se le señala la capacidad de acarreo de los partidos políticos desliza que esa posibilidad es menor tras la supuesta maniobra de las firmas a través de las fotos de los registros de la militancia.
Simple: en la desesperación por recolectar firmas, ni el PRI ni el PAN van a estar en condiciones de llevar a esos militantes a votar a la casilla porque les va a costar mucho dar con ellos y movilizarlos.
Y es que, tal como se explicó, era preciso asegurar las firmas de otros candidatos para que todo el proceso de la interna pudiera continuar. La soledad de Gálvez representaba el fin de la contienda.
La senadora no rompe de momento ni con Alejandro Moreno Cárdenas ni con Santiago Creel pero el escollo más determinante se mantiene a la vista: qué peso tendría la senadora ya como candidata para designar candidaturas plurinominales a ambas cámaras así como también ciertas alcaldías y gubernaturas en pugna. Esa es la verdadera prueba de ácido para le destino electoral de la alianza.