
A la madre
La del 10 de mayo es una celebración a la vida y al amor, es un homenaje a lo
más sagrado que tenemos los seres humanos, es una aclamación a lo más
valioso en la existencia de los mexicanos: nuestra madre.
Quienes que tenemos la bendición de tenerla entre nosotros la felicitamos, le
mandamos un detalle o la llevamos a comer; los que no, tienen que
conformarse con el recuerdo o llevarle flores al cementerio.
En México, 7 de cada 10 mujeres mayores de 15 años son mamás según el
INEGI. Esto quiere decir que en nuestro país existen alrededor de 40 millones
de madres. De estas, poco menos de la mitad, cerca de un 47%, están
casadas. Del resto, un 12% reportaron ser viudas, un 8% estar separadas o
divorciadas, un 11% madres solteras y un 21% vivir en unión libre con su
pareja, todo en números cerrados.
Del total de mamás, solo trabaja en alguna actividad remunerada, formal o
informal, menos de la mitad, alrededor de 18 millones; pero todas, esas 40
millones de mujeres, desempeñan la actividad más valiosa para nuestra
sociedad y no cobran por ello: ser madres.
Ser madre no es fácil y nadie las capacita para ello. Ellas tienen que jugar el rol
de enfermeras, maestras, niñeras y cocineras, entre muchos otros, con el solo
conocimiento que les brinda el instinto materno y con ese infinito amor con el
que crían a sus hijos.
Y aunque cada vez los varones nos sumamos más a las tareas formativas y
educativas en el hogar, y las tendencias legales y sociales nos llevan a dedicar
mayor tiempo a nuestros hijos, la realidad es que la mamá sigue y seguirá
siendo el centro de la unión familiar y la fortaleza del tejido social.
Por eso mi reconocimiento a todas ellas, a la mía, a la de mis hijos, a la de mi
esposa, a la de mis sobrinos y, en especial, a ese tercio de madres que tienen
que hacerlo solas, ya sea porque enviudaron o fueron abandonadas por los
padres de sus hijos.
Para esas 2 de cada 10 mamás que viven en unión libre es aconsejable que
arreglen cuanto antes su situación civil. Aunque el concubinato genera
derechos de alguna forma, lo mejor es regularizar legalmente la situación para
mayor protección o cuando menos notariar un testamento para no heredar
problemas a los hijos.
Otro factor para resaltar es la tasa de divorcios en relación con los
matrimonios, que se ha más que duplicado en los últimos 15 años. Y aunque el
promedio de duración de estos matrimonios es de 18 años, cuando es probable
que algunos de los hijos sean ya grandes, sigue creciendo el número de
madres que se quedan solas con hijos pequeños.
Nuestras madres no reciben una remuneración económica por su rol de
madres. Que el amor de sus hijos y el reconocimiento social lo sean. Por su
dedicación, abnegación y entrega merecen todo nuestro cariño, admiración y
respeto, no solo un día, sino todos los días del año.