
Slim prioriza su relación con el gobierno español y evita tomar partido en la disputa por el control de Prisa
En medio del conflicto por el control del Grupo Prisa, el principal conglomerado de medios de España, Carlos Slim, quien posee el 7% de la compañía, ha optado por una postura neutral. Su objetivo es fortalecer su relación con el gobierno de Pedro Sánchez y proteger sus inversiones en sectores estratégicos del país, según fuentes cercanas al magnate.
El dueño de Telmex evita alinearse con el financiero Joseph Oughourlian, presidente del grupo de medios, quien buscaba su apoyo para resistir la presión ejercida desde el gobierno socialista de Sánchez. Según el portal El Confidencial, Oughourlian sostuvo un encuentro con el expresidente Felipe González, quien forma parte del consejo de El País y mantiene una estrecha relación con Slim, para intentar convencerlo de respaldar su postura. Sin embargo, González tiene una relación tensa con Sánchez, lo que hace que Slim prefiera mantenerse al margen.
El empresario mexicano, que posee grandes intereses en España, prioriza su relación con el gobierno para resguardar sus negocios. Slim controla el 81.5% de FCC, una de las principales constructoras del país, y ha invertido 137 millones de euros en Realia Business, una empresa inmobiliaria en la que ya tiene el 92% de participación. También está presente en Metrovacesa, otra compañía del sector.
Además, Slim ha expandido su influencia en España a través del sector de telecomunicaciones con su participación en la empresa KPN y en el ámbito bancario con acciones en Caixa Bank. Su estrategia es clara: en España, el magnate apuesta por mantener buenas relaciones con el oficialismo, tal como lo ha hecho en México, evitando conflictos en sectores como el de los medios de comunicación, que están fuertemente regulados y expuestos a la supervisión fiscal.
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