
Casa Blanca evalúa controlar el acceso a su sala de prensa
La Casa Blanca anunció este lunes que analiza seriamente asumir el control de la selección de medios que pueden acceder a sus conferencias de prensa diarias, en lo que se considera un nuevo intento del gobierno de Donald Trump por influir en la cobertura mediática.
Hasta ahora, los 49 asientos de la icónica sala de prensa son asignados por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés), lo que ha permitido la presencia de grandes televisoras como CNN, NBC y Fox News, así como de agencias internacionales y diarios como The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.
“Estamos considerando seriamente modificar la distribución de los puestos en la sala de prensa”, afirmó la portavoz Karoline Leavitt en una entrevista con Fox News. “Es injusto que un grupo de periodistas elitistas en Washington DC decida quién cubre al presidente”.
Leavitt también acusó a la WHCA de mantener un “monopolio” sobre el acceso a la sala de prensa. Según Axios, la administración de Trump busca favorecer a nuevos medios, muchos de los cuales simpatizan con su gobierno.
La WHCA, de la cual AFP es miembro, se ha manifestado en contra de esta medida. “La Casa Blanca quiere el control de la sala de prensa por la misma razón que asumió otras atribuciones de la WHCA: para presionar a los periodistas cuyas coberturas no le gustan”, declaró su presidente, Eugene Daniels.
Esta iniciativa sigue a una decisión tomada en febrero, cuando la Casa Blanca retiró a la WHCA el control de la distribución del “pool” de prensa, el grupo de reporteros que cubre eventos presidenciales y viaja en el Air Force One. Desde entonces, se han incluido nuevos medios en el “pool”, muchos de ellos afines a Trump.
El control del acceso a la sala de prensa ha generado controversia, especialmente después de que medios como Associated Press quedaran excluidos de la mayoría de los eventos presidenciales por negarse a utilizar la denominación “Golfo de América” en lugar de “Golfo de México”, como exige un decreto firmado por Trump.