
Velasco, Adán Augusto y Monreal se disculpan por darle la espalda a Sheinbaum
Manuel Velasco, Adán Augusto López y Ricardo Monreal ofrecieron una disculpa pública a la presidenta Claudia Sheinbaum luego de que, durante su llegada a la Asamblea Informativa en el Zócalo de la Ciudad de México, no se percataran de su presencia y le dieran la espalda en un momento clave del evento.
A través de redes sociales, Velasco Coello explicó que sostuvo una reunión con López Hernández y Monreal Ávila para hablar sobre el incidente. En su mensaje, justificó la situación señalando que “en la emoción del evento de unidad en el Zócalo, no escuchamos cuando llegó y pasó junto a nosotros (la mandataria)”.
Por su parte, Adán Augusto López coincidió en que el entusiasmo del momento los distrajo y aseguró que nunca escucharon el anuncio de la llegada de Sheinbaum: “En la emoción del momento nunca escuchamos que usted ya estaba en el corazón de la Patria”, expresó en su mensaje.
Ricardo Monreal, en un tono similar, argumentó que el entusiasmo y la energía del evento hicieron que no advirtieran la presencia de la presidenta en ese instante. No obstante, destacó la importancia del acto y el mensaje de Sheinbaum, calificándolo como “excepcional” y asegurando que nada ni nadie podría minimizar su relevancia e impacto en la unidad nacional.
Por su parte, Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, acusó que la oposición ha intentado aprovechar el incidente para desviar la atención del evento y su significado. “Un descuido en el protocolo, que no debió pasar, no disminuye ni opaca el cariño que hoy el pueblo entero expresó en la mayor plaza pública del país”, afirmó.
El momento que generó la polémica ocurrió cuando Velasco, Adán Augusto, Monreal, Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán posaban para una fotografía mientras Sheinbaum llegaba al evento. La presidenta pasó cerca de ellos y tocó el brazo de López Beltrán, instante en el que los políticos finalmente se percataron de su presencia e intentaron alcanzarla. Sin embargo, Sheinbaum continuó su camino directamente hacia el templete, dejando el inusual descuido como parte de la anécdota del evento.