Samuel y el PRI aprovechan la ruptura de la coalición de Morena-PT y aceleran acuerdos con operadores de la 4T
Buscan acuerdos subterráneo en la pelea por controlar el Congreso. Las demoras en las candidaturas en Monterrey y Guadalupe.
La grieta en la dimensión local de la alianza encabezada por Morena no parece tener descontentos. El pasado jueves se desarmo el vínculo Morena-PT. Cerca de Viridiana Lorelei, mandamás en Nuevo León del partido que gobierna el país, deslizan que para la marca Morena es mejor no pactar con Alberto Anaya, porque su partido exige mucho sin tener candidatos taquilleros.
La ruptura se convierte ahora en un terreno a disputar entre MC y el Frente PRI-PAN. Desde ambos campamentos ya activaron gestiones para sacar algún provecho en el tablero electoral y, fundamentalmente, en la suma de todas las batallas que es el control del Congreso local.
Desde Palacio de Cantera hay un cabildeo muy activo con la 4T para que Morena no haga grandes esfuerzos en los distritos locales, a cambio de que el partido naranja hago lo propio en los federales. En las conversaciones se menciona incluso que, llegado el caso, algunos diputados locales de la 4T podrían migrar hacia MC.
Estos intercambios sirven para entender la demora de Morena en definir candidaturas clave como Monterrey y Guadalupe.
El PRI se encuentra en una trayectoria similar, pero con el PT, partido que a nivel local siempre ha estado cerca del tricolor. Así como MC podría aumentar su futura bancada desde Morena, el PRI podría hacerlo desde el PT. Obviamente, en ambos casos el resultado sería marginal, pero en un escenario tan competido un solo diputado puede generar una diferencia vital.