
Sheinbaum estuvo a solas con Yolanda Díaz y alista el terreno para descongelar la relación con España si gana las elecciones
Planifican agenda y nuevos viajes para acercar posiciones. Distancia con Xóchitl y reforma laboral.

La reunión de Claudia Sheinbaum con la vicepresidente de gobierno de España Yolanda Díaz fue extensa y tuvo lugar en un domicilio particular en el sur de la Ciudad de México, en la zona de Coyoacán.
Poco y nada se ha dicho de la reunión, pero, según se pudo conocer, se trazaron los primeros pasos a seguir para poner fin a “la pausa” decretada por Andrés Manuel López Obrador en febrero del 2022 como represalia contra el rechazo de la Corona española a pedir una disculpa por la Conquista de América.
En la conversación estuvo muy presente el detalle de que más que una animosidad abierta, López Obrador se refiere a España en los terminos actuales por una cuestión de táctica política con su base lectoral. Una práctica muy habitual en el tabasqueño: vilipendia nombres y apellidos con los que luego se reúne con absoluta cordialidad.
Díaz continuará viajando a México y otra ocasión de cercanía con el Gobierno de la 4T será el próximo aniversario del exilio español en México, a mediados de año, una actividad que interesa a la Primera Dama Beatríz Gutiérrez, quien, por cierto, fue clave para darle la sustancia a López Obrador que permita decretar la pausa.
Sheinbaum tiene una estrecha sintonía ideológica con Díaz que es una socia clave de la coalición que sostiene en el poder en España al socialista Pedro Sánchez.
Como primer movimiento coordinado se detecta que Díaz no quiso ver a políticos de la oposición y privilegio su agenda con el morenismo ultra, porque además de ver a Sheinbaum conversó largamente con el secretario del Trabajo Marath Bolaños que es amigo cercano de Andrés López Beltrán, el más político de los hijos del presidente.
Además, la vicepresidente española suscribió en su paso por México una serie de reformas laborales en sintonía con la voluntad de la 4T por reducir la jornada laboral, algo que también se promueve en España.
Otro detalle: Díaz tiene una relación amena con la Corona española pero su ministro de Cultura, a quien ella impuso en el gabinete, defiende múltiples tesis ligadas al revisionismo histórico.
De este modo, el gobierno español prepara un camino que le facilite a Sheinbaum, si gana las elecciones, reestablecer el vínculo diplomático sin que se asemeje a un choque con los postulados de López Obrador.