La campaña de Colosio: vuelve a apostar a su marca personal y quiere evitar roces con Sheinbaum y Xóchitl
Quiere evitar pleitos por si abandona MC. Mesas de arena sobre las encuestas y campaña hostil.
La campaña para senador que Luis Donaldo Colosio proyecta en Nuevo León tiene mucho que ver con su lanzamiento de ayer lunes: un tono neutro, baja conflictividad y conceptos generales, casi vagos. Al igual que hace tres años en Monterrey, su estrategia es sostener una campaña austera y apostar a todo el peso de su apellido.
Es notable como Colosio, supuestamente tan abierto al campo de las ideas y de la disrupción, tiene un manejo político absolutamente gris, plano, tan elemental como su gestión al frente del municipio donde no ha podido lograr ningún cambio superador.
Lo fundamental: Colosio no quiere confrontarse abiertamente ni con Xóchitl Gálvez ni con Claudia Sheinbaum porque cree que, a partir de sus buenos nexos en ambos campamentos nacionales, él mismo pudiera recibir alguna invitación federal en el próximo sexenio. Detalle que suma todavía más puntos si se considera que no vive su mejor momento con Dante Delgado, una relación crispada por la audacia de su amigo Agustín Basave.
La pregunta que flota en el aire de todos los campamentos electorales es sobre si la inercia de su apellido le volverá a alcanzar a Colosio. Karina Barrón dice en privado que cuando lo encuestó en un escenario de posible competencia en Monterrey la ventaja del alcalde era de solo 12 puntos, producto del desgaste de la gestión.
En el campamento de Morena lo ven con una ventaja, pero alegan que no es inalcanzable. Señalan que la 4T tiene buen hándicap entre los adultos mayores y vulnerables a nivel socioeconómico, que es donde funciona la candidatura de Colosio.
La diferencia respecto al 2021 es que Colosio no va a tener la cobertura de esa elección y se expone a un trato hostil, como lo demostró en la noche del lunes Barrón que lo tildó de inepto y dijo que dejo Monterrey “hecho pedazos”. Esa es la tónica de la campaña que se avecina.
