
En Palacio festejan el conflicto entre Xóchitl y Samuel y esperan nuevos cruces para erosionar el voto anti 4T
Reclamos con Fox y Claudio X. Las definiciones en las candidaturas al Senado. Escenarios de largo plazo y el antecedente de Nuevo León.

Las últimas 48 horas de la oposición han sido funcionales a los deseos de Andrés Manuel López Obrador. El tablero electoral avanza con un ritmo dispuesto desde Palacio Nacional, donde por estas horas festejan el conflicto abierto entre Xóchitl Gálvez, Samuel García, Vicente Fox, Mariana Rodríguez y Claudio X. González. Todas figuras de primera magnitud en la galaxia no 4T ahora confrontadas entre acusaciones, denuncias y expresiones de vulgaridad extrema.
Por eso, ya desde el fin de semana, y frente a ese panorama se organizó la foto de ayer lunes de Claudia Sheinbaum con sus coordinadores de campaña, donde la candidata aparece con figuras que rechaza como Adán Augusto López Hernández o Ricardo Monreal pero con las que se muestra para dar el mensaje de unidad y cohesión que pide el presidente.
López Obrador está convencido de que mientras se mantenga como eje de gravedad del oficialismo, Morena no se desordena ni se divide. Por eso se adueño de la definición de los candidatos a las gubernaturas en pugna y por eso también va a definir todas las candidaturas al Senado, como ya se conoce en el comando de Sheinbaum. “López Obrador no suelta porque si suelta la 4T se convierte en lo mismo que el desmadre opositor”, señalan en el entorno presidencial.
La irrupción de Samuel García en la campaña presidencial ha motivado que en el War Room de Sheinbaum analicen de cerca lo que sucedió en la campaña por la gubernatura de Nuevo León en 2021.
En esa ocasión Samuel arrancó la campaña último mientras el liderazgo era entre Morena y el PRI. Estos dos partidos se fagocitaron entre sí en una serie de acusaciones y denuncias y Samuel aprovechó el malestar para ganar. Ahora Sheinbaum espera un cuadro muy similar, pero con Samuel y Gálvez erosionándose mutuamente.
Existe otra motivación de largo plazo: mientras más grande sea el conflicto entre el Frente y MC, más complicado sería decirle al electorado, en el mes de marzo, que es preciso unirse para vencer a Morena. El destino de ese clamor, si Morena no comete errores de magnitud, solo sería el abstencionismo o el desencanto.
En Palacio esperan que este estado de situación se prolongue y que en lo posible el movimiento en las encuestas no sea demasiado variable. Ya sea con Samuel o con Xóchitl en segundo lugar, el cálculo presidencial es que ninguno de los dos termine por desfondarse para que de ese modo avance la confrontación por la segunda posición.