
Pese al ultimátum de Ebrard, AMLO insiste: “No hay ni habrá fractura en nuestro movimiento”
Enfatizó que la dirección del movimiento ya se la entregó a Sheinbaum y que el excanciller es “su amigo y compañero”.

Andrés Manuel López Obrador volvió de su gira por Colombia y Chile y a pesar de las tensiones que continuaron en Morena en su ausencia, mantuvo su postura, pues este miércoles aseguró que no ha hay ni habrá fractura en su movimiento, a pesar del ultimátum de Ebrard.
De vuelta en su conferencia matutina, el presidente aseguró que Marcelo es su amigo, compañero y lo estima, ante una pregunta de la prensa. “Quisieran nuestros adversarios que hubiese fractura en el movimiento; no hay eso ni habrá, porque nuestro pueblo está a favor de la transformación”, agregó.
El presidente, quien dijo que no se extendería mucho en hablar sobre el tema, también fue enfático en que él ya le entregó la dirección del movimiento a Claudia Sheinbaum, a la que calificó como “excepcional, extraordinaria y con convenio.
El pasado lunes, Ebrard anunció a la prensa que decidirá su destino político una vez que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido resuelvan la impugnación del proceso, en donde el acusa irregularidades, que se resumirían en un fuerte apoyo a Claudia a través de recursos de dependencias como Bienestar y del apoyo explícito de gobernadores, entre otros asuntos más.
En ese sentido, el canciller pidió, bajo esa impugnación, que se repita el proceso y dijo que, si no se consideran sus quejas y demandas, él “ya no tendría interés de seguir en Morena”, plateando formar su propio movimiento político. Además, lanzó duros cuestionamientos: “¿Así va a ser? ¿Todas las encuestas que vienen, vamos a ver lo mismo?”.
Sin embargo, desde el partido han cerrado filas para defender el proceso. Incluso así lo hizo ayer el propio Ricardo Monreal, que se bajó de la candidatura por la Ciudad de México y negó sumarse a un eventual gabinete de Sheinbaum, no obstante, enfatizó que los resultados de las encuestas fueron claras.
Y ahora, López Obrador también mantuvo la postura. “Se acabó el dedazo, el acarreo, la cargada, todo esto que hicieron nuestros adversarios durante tanto tiempo, durante siglos”, defendió.