
Pese a la fuerte reducción en precios del maíz, la inflación en alimentos sigue por arriba del 8%
La reducción del precio en materias primas no se ha visto reflejado para el consumidor final. Los factores.

Victoria Rodríguez, gobernadora de Banxico.
Aunque la tasa anual inflacionaria hila seis meses a la baja, no hay respiro para Banxico, que no deja de advertir retos para lograr su objetivo de 3% en 2024. Uno de esos proviene de la parte de alimentos, que dobla los niveles actuales de inflación general.
Para la primera quincena de febrero INEGI reportó una inflación general descendió a 4.67%, pero el componente de alimentos superó el 8%. Aunque es una reducción desde el 9% anterior, representa el doble del resultado general. Los datos prenden alertas al interior de Banco de México.
Las presiones por la parte alimentaria fueron uno de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y los problemas en las cadenas de suministro, que encarecieron los precios de las materias primas. Eventualmente estos choques comenzaron a reestablecerse y con ello, los precios de en commodities se redujeron notablemente. Sin embargo, no ha tenido efecto en los productos finales, como las tortillas o el pan.
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“Lo que las afectó al principio fue un tema externo, pero hoy hay cierto abuso al interior”, señaló Jorge Gordillo, director de análisis de CIBanco.”Los alimentos normalmente son más difíciles de contener porque hay menos elasticidad, el productor puede poner altos precios sin sufrir tanto su demanda”, abundó.
Por ejemplo, para la primera quincena de agosto, los alimentos relacionados con maíz, trigo y soya incrementaron registraron una inflación de 8.6%, eso, a pesar de que el precio del maíz se redujo en 24% y el del trigo en 44%.
“Aunque la caída de los precios de las materias primas no impacta totalmente el total del costo, sí hay una relación relevante que no se ha visto reflejada”, explicó por su parte Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Ambos expertos explican que una de las principales dificultades que enfrenta este componente dentro de la inflación es que no es posible reducir la demanda en alimentos, como puede ocurrir en otros componentes que se miden dentro del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
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Pero por otro lado también existe un tema de márgenes, que en consideración de los especialistas podría ser vigilado con rigor por parte del gobierno. “¿Cuánto se queda de margen y quién se lo queda? La cadena final es lo que más gana. El tema es que no haya especulación, acaparamiento y abuso”, agregó Anaya.
Por ahora Banxico sostiene que logrará reducir la inflación general al 3% en 2024, pero no ha dejado de mantenerse en alerta, advirtiendo que las presiones pueden volver y dificultar esta trayectoria, en tanto que ha sorprendido la resiliencia de la demanda interna y los programas gubernamentales como el PACIC no han tenido el efecto esperado para contener los precios en la canasta básica.