
México, sin anestesia para el dolor; cirugías se posponen o cancelan debido a la escasez de fentanilo

Debido a la falta de fármaco, las personas que padecen enfermedades terminales no tienen cómo controlarse o las cirugías de urgencia se posponen, lo que podría impactar a más de 2 millones; esta situación también viola los derechos humanos, alertan
95 por ciento de las cirugías en México y a escala global su base es el fentanilo, con la finalidad de evitar, disminuir o suprimir el dolor.
Laura Villarreal Villatoro sufre uno de los síndromes más dolorosos, en el que con una gota de agua que toca su piel le produce un dolor como si alguien estuviese encajándole un cuchillo. Lamentablemente para ella, que vive en México, ya no hay medicamentos con base en el fentanilo, único fármaco que puede paliar el padecimiento de los pacientes con sufrimiento grave.
Y de acuerdo con los anestesiólogos entrevistados, hoy, las cirugías se tienen que posponer o cancelar debido a la escasez de uno de los principales anestésicos, el fentanilo, que además de ser muy efectivo es barato.
La falta de fentanilo en el país podría impactar directamente a más de 2 millones de familias, quienes cada año tienen la necesidad de recurrir a una intervención quirúrgica o padecen alguna enfermedad terminal.
Hoy ya hay gente que está muriendo en un grito por el intenso dolor, aseguraron médicos de cuidados paliativos, consultados por este medio.
En 95% de las cirugías en México y a escala global su base es el fentanilo con la finalidad de evitar, disminuir o suprimir el dolor.
Un informe de la publicación especializada The Lancet asegura que cada año se registra medio millón de personas en México que padecen un sufrimiento grave, relacionado con enfermedades como cáncer, VIH, lesiones, demencia, padecimientos del hígado o pulmonares.
Y según cifras reportadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2019, se realizaron alrededor de 1.4 millones de cirugías al año y 3 mil 934 cirugías en un día típico.
Uno de los más grandes riesgos, advierten los médicos, es que con la ausencia del fentanilo se van a tener que suspender también cirugías de urgencia, como son los en accidentes de tránsito, quemaduras graves, lesiones por armas de fuego o punzocortantes o fracturas expuestas.
Con la prohibición del fentanilo de uso médico se está violando el derecho humano de los pacientes a vivir sin dolor.
El Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos estipula que “aliviar el dolor es un derecho del ser humano y una obligación ética de los profesionales sanitarios”.
Pero desde hace tres meses dejó de haber metadona, prácticamente, en el mercado, nadie tiene y los dolores de Laura se han vuelto intolerables.
En marzo pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador propuso prohibir el fentanilo para uso médicos ante la presión de Estados Unidos de declarar a los cárteles mexicanos organizaciones terroristas por el tráfico de fentanilo ilegal.
El tráfico ilegal de fentanilo ha provocado el deceso por sobredosis de alrededor de 100 mil personas en un año en Estados Unidos.
La prohibición del fentanilo de uso médico se dio, a pesar de que el fentanilo ilegal se fabrica en laboratorios improvisados y distribuye por parte de los narcotraficantes mexicanos y poco probable que sea comercializado con el mercado legal que producen las farmacéuticas.
El fentanilo escasea en hospitales; defienden uso médico
En ese momento, ante las declaraciones del presidente, las Federaciones, Sociedades y Colegios Médicos de México rechazaron “la eliminación del fentanilo de la práctica clínica diaria”, a través de una carta pública, y plantearon un escenario catastrófico, que se está convirtiendo en realidad.
Los médicos afirmaron que prohibir el fentanilo en la práctica médica era retroceder muchos años en la evolución de algunas especialidades médicas, entre ellas la anestesiología, oncología, urgencias, pues el fentanilo de uso médico tiene más de seis décadas como una sustancia de grandes beneficios para los pacientes y a un costo accesible.
Ahora, lo único que se encuentra en el mercado mexicano y cada vez con más problemas de abastecimiento son los parches de Buprenorfina, pero son mucho menos efectivos y cada uno cuesta alrededor de cinco mil pesos, por lo que la familia de Laura ha creado un crowdfunding para poder hacer frente a los elevados precios.