Cancillería: Cárdenas Batel entra en la carrera para reemplazar a Ebrard pero los Puros lo rechazan
Nexos en Estados Unidos y agenda latinoamericana. Guiño del canciller saliente.
El ex coordinador de asesores Lázaro Cárdenas Batel está en la consideración presidencial para reemplazar a Marcelo Ebrard como canciller. Su nombre se instaló desde la noche de ayer jueves pero el ala más dura de Palacio Nacional lo rechaza.
Cárdenas Batel tiene buenas relaciones en Washington y además cuenta con el aval del propio Ebrard.
Su nombre aparece porque Juan Ramón De la Fuente quiere seguir en su cargo diplomático en Naciones Unidas, así como también sucede con Esteban Moctezuma. Ambos han construido una agenda muy importante en centros de poder del país vecino y entienden que entrar al gabinete los va a desgastar, fundamentalmente porque asumen que el discurso de López Obrador es incontenible y no se acomoda a las estrategias de la diplomacia.
Un giro de ambos solo sería posible si se les ofrece algún tipo de continuidad transexenal o si existiera una fuerte persuasión por parte de López Obrador.
Al presidente le gusta el perfil de Cárdenas y su designación contribuiría a reducir la fuerza de la idea instalada en la opinión pública de que está enfrentado con su familia.
Esto compensaría además una realidad conocida en el gabinete: Cárdenas Batel no salió bien del Gobierno. Le costó mucho asimilar que en ningún momento el tabasqueño lo consideró seriamente para el esquema sucesorio. Cuando se le mencionó que hiciera política en CDMX para suceder a Claudia Sheinbaum fue la gota que rebalsó el vaso ya que entendió que se trataba de poner su apellido al servicio del plan presidencial de la actual jefa de gobierno.
Es algo pragmático además porque el ex gobernador de Michoacán tiene nexos con gobiernos de América Latina como Cuba, Colombia y Brasil y le daría la chance a López Obrador de cerrar su sexenio con un guiño hacia la región.
El problema es que los asesores más ideologizados de López Obrador no quieren a Cárdenas Batel al frente de la política exterior. Rafael Barajas, Pedro Miguel y el vocero Jesús Ramírez no están conformes con este posible regreso y buscan acercar diversas alternativas.
No es algo menor en temas de política exterior: Pedro Miguel tiene peso en la relación del oficialismo con Cuba y Barajas fue clave para convencer al presidente de que no asistiera la Cumbre de las Américas el año pasado en California.