
Tras mensaje de Palacio, industriales también dudan de la llegada de Tesla a NL
Samuel insiste en señales optimistas. El affaire de la armadora en Alemania.

Los comentarios de Andrés Manuel López Obrador de corte negativo sobre la llegada de Tesla a Nuevo León no tuvieron efecto ni en el gobernador Samuel García ni en la primera línea de su staff. Allí domina la percepción de que el primer día de marzo la automotriz va a anunciar su instalación en la entidad norteña. Así lo dejo entender el mandatario estatal hoy lunes en una conversación a puertas cerradas con representantes de cámaras empresariales.
En el panorama que trazan en Palacio de Cantera, las cartas más fuertes que tiene la 4T para condicionar esa inversión es el abastecimiento de energía y de agua. El gobernador cree que los dos aspectos son salvables, fundamentalmente el primero referido a la operación de CFE.
Ese pre acuerdo estaría por encima de la entidad o el signo político que allí gobierne. Ese giro se debe a que México compite con entidades de EU y de Canadá.
Respecto al panorama hídrico, en el Ejecutivo estatal asumen que cuando Tesla comience a demandar altas cantidades de líquido, el abastecimiento ya estará asegurado por las obras de infraestructura que se llevan a cabo en sintonía con el Ejército. Esto no termina de convencer en el sector industrial de la entidad donde recuerdan que Tesla tuvo un conflicto en Alemania porque su instalación allí demanda 1.4 millones de litros de agua al año.
Por otra parte, Nuevo León tiene en su favor factores como la geografía vecina a Texas, la instalación en la entidad de seis proveedores que Tesla requiere para su operación y un capital humano superior al de otras latitudes de México.
El costado político de la definición no es menor. Reveló que el Gobierno de López Obrador tiene fuerte interés en que Samuel García sea candidato a presidente de MC para de ese modo dividir a la oposición en 2024. El tema sobrevuela las reuniones de García pere este insiste en que la prioridad es la gestión estatal.
La pregunta es ineludible: ¿Será finalmente Tesla una modena de cambio en esa negociación que de momento transcurre en el mayor de los sigilos?
